Ultramontanismo
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   Movimiento integrista y tradicionalista, propio del siglo XVII contra el galicanismo y del XIX contra el regalismo germánico y francés. Se caracterizó por su actitud polémica y por sus exigencias ideológicas de defensa de la autoridad eclesial.
   Hizo fuerza en la defensa de las tradiciones morales y religiosas incluso de forma agresiva y polémica.
   El término ultramontano ("más allá de los montes") aludía a recuerdos de la Edad Media, cuando diversos papas, sobre todo Gregorio VII, hubieron de luchar contra los emperadores germanos, los cuales, como Enrique IV, pretendieron investir a sus preferidos con las dignidades de la Iglesia (guerra de las investiduras).
   En los siglos posteriores se convirtió en un movimiento social y político, con afanes morales y filosóficos. Se trató de justificar actitudes defensivas y tradicionalistas de forma agresiva e impositiva.
    El nombre alude desde el siglo XIX a la defensa de la autoridad del Papa de Roma. Por eso asocia la palabra se aplica a un catolicismo integrista, jerárquico, tradicional y dialéctico.
    El término se cargó de sentido político y durante el siglo XIX se aplicó a los defensores de la autoridad pontificia a costa de la francesa o de la alemana. Y adquirió resonancias despectivas similares a la idea de "papismo". Se asoció al de "antigalicanismo" en Francia y al de "antigermanismo" en Alemania y se aplicó a los defensores de las doctrinas romanas defensoras del estilo monárquico en el gobierno de la Iglesia o a la defensa del magisterio infalible. Por eso se convirtió en término despectivo al aludir a una visión cerrada de las dimensiones terrenas de la Iglesia: autoritarismo, defensa del poder temporal de la Iglesia, sumisión y vasallaje a la autoridad humana más que a la religiosa.