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Encargado de ejecutar la pena de muerte impuesta por un tribunal, mediante el procedimiento que se use legalmente en cada país o cultura: lapidación, decapitación, ahorcamiento, fusilamiento, silla eléctrica, inyección letal. La figura literaria del verdugo ha alimentado la literatura y el arte pictórico, reflejando la silueta tétrica de quien por misión termina con una vida humana.
Se presenta en ética un problema fuerte sobre la licitud de ejercer semejante profesión. La respuesta ha variado con el tiempo, desde aquel en que se consideraba la pena de muerte como un deber o un derecho social hasta las grandes dudas recientes sobre si es éticamente admisible. De la respuesta que se dé a esa cuestión depende el tratamiento ético de la existencia del verdugo. En todo caso hay resonancias antiestéticas que hace a tal oficio, si no inmoral, sí desagradable.
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