Vitalismo
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   Es un sistema de pensamiento que se extiende desde el siglo XIX como reac­ción contra el exagerado racionalismo impuesto por Descartes y Kant. Como sistema es complejo, polivalente y muy diversos en sus formas expresivas. El común denominador está en la defensa y la reflexión sobre la vida, en general en las formas biológicas, y en especial la humana en los pensadores más antropo­céntricos: Nietzsche, Bergson, Ortega y Gasset.
    Un autor madrugador en el vitalismo fue Juan G. Herder (1744-1803). En sus obras, "Filosofía de la Historia para la formación de la humanidad" y "El conocer y sentir del alma humana", desarrolló la idea de que la historia es una explosión de la humanidad vital, en la cual hay una infancia (oriente, historia de los patriarcas), una adolescencia (cultura egipcia y fenicia), una juventud (Grecia con su armonía y curio­sidad por saber), una virilidad (Imperio romano) con su austeridad, dominio y poder) y la decadencia que comienza  con los bárbaros y la Edad Media) para llegar a la senectud actual (decadencia).
    Una de las formas más sistematizadas y significativas es el vitalismo de E. Bergson. Otra manera de entender la vida es el razonamiento experiencial que se hace sobre ella que tanto promovió José Ortega y Gasset en su segundo período de pensamiento filosófico, denominado como "raciovitalismo".
    Como pensador inicial del vitalismo conviene recordar a Guillermo Dilthey (1833-1911), quien en obras como "Introducción a las ciencias del espíritu", "Intento de una fundamentación del estudio de la sociedad y de la historia", "La estructuración del mundo histórico" o "Los tipos de concepción del mundo", elaboró un pensamiento de elevada significación vivencial y existencial.
   En tiempos más recientes han sido otros autores como Karl Popper (1902-1994) en obras como "La Sociedad abierta y sus enemigos", "La lógica de la investigación científica", "Conjeturas y reputaciones y la miseria del historicismo" en las que defiende el origen de la vida como algo que supera la explicación a través de la filosofía.
   Popper citaba a Einstein: "Es insuficiente la búsqueda de aquellas leyes sumamente universales a partir de las cuales puede obtenerse una imagen del mundo por pura deducción. No existe una senda lógica que encamine a estas leyes. Sólo pueden alcanzarse por la intuición, apoyada en algo así como una introyección de los objetos de la experiencia".
   Es curioso confrontar que casi todos los vitalistas han vuelto los ojos a personajes tan vitales como San Agustín (354-430) o más tarde a Juan Bautista Vico (1668-1744) que defendieron el valor de la vida, desde ángulos casi contradictorios pero confluyentes.