|
Término o palabra con la cual expresamos una idea o concepto. Los vocablos pueden ser tantos cuantas ideas se tienen en la mente y se expresan en forma de raíces o "lexemas", pero moduladas o variadas según diversas variables que son estudiadas por la "Semántica", la "Lexicología" y la "Etimología". Esas variables de la raíz son género, número, grado, forma, composición, etc.
Según la naturaleza del objeto o la identidad del concepto que expresan, los hay también de diversos tipos:
+ Son substantivos o nombres los de se refieren a objetos, lugares, cosas; son propio o singulares o son comunes o colectivos.
+ Son adjetivos, determinantes o calificativos, los que definen una circunstancia o una cualidad, como el orden (primero) o como una propiedad (hermoso).
+ Son verbos los que indican acción o pasión, es decir acciones que se ejecutan (verbo activos, como comer) o que se reciben (verbos pasivos, ser comido). Unas y otras formas se expresan en diversos tiempos (presente, pasado, futuro), números (singulares o plurales), personas (primera, segunda o tercera) y modos (infinitivo, imperativo, indicativo, condicional, subjuntivos).
+ Hay términos adverbiales que precisan rasgos como el tiempo, el lugar, el modo, cantidad, relación, etc.
+ Además hay términos menos conceptuales y más relacionales, como son la partículas conectivas o las determinativas: preposición, conjunción, artículo, pronombre, interjección, que hacen de vínculos o complementos, aunque en sí mismas no tengan significado autónomo.
Los términos sustantivos son los más usados. Los hay singulares o plurales según el número a que se refieren, uno o varios. Los hay concretos (si reflejan ideas sacadas de objetos sensibles, como casa, río, hombre; y los hay abstractos, si se configuran en base a ideas generales como justicia, belleza, paz. Pueden ser masculinos, femeninos o epicenos, según el sexo del objeto vivo (persona, animal o cosa). Son aumentativos, diminutivos, comparativos, superlativos, despectivos, según el modo de referencia o significación que la mente tiene al configurarlos. Todo esto lo estudia la Gramática en sus análisis de morfología.
Con los vocablos formamos frases, que son expresión exterior de las relaciones interiores, de las sentencias mentales, de los juicios, que la mente hace con ellos. Precisamente por eso son decisivos para el pensamiento.
|
|
|
|
|