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Culto supersticioso de los negros de Haití y de diversos lugares del Caribe, incluida la costa norteamericana. Se halla lleno de reminiscencias ancestrales procedentes de las diversas etnias africanas (cantos, danzas, tabúes) llegadas en el mercado del ébano del siglo XVIII (esclavos del mercado triangular: Inglaterra, Africa, América; es decir alcohol a cambio de esclavos, esclavos a cambio de especias, especias a cambio de dinero), en el cual participaba la corona Inglesa, Holanda y hasta el Rey de España en ocasiones.
Se basa en ritos mágicos y en sortilegios contra adversarios. Va acompañado de danzas, plegarias, ritos mágicos al caer de la tarde o en la noche.
Todo ello, originalmente animista, se fusiona hoy con diversas resonancias cristianas centradas en Cristo, en el Espíritu Santo, en el Demonio, todo entremezclado con ritos espiritistas o en augurios y maldiciones. Se cultiva la plegaria a una divinidad del mismo nombre y que responde a un concepto vago de un espíritu que habita en medio de sus creyentes.
Se suele escribir también el término con la grafía de woodoo y voudoux.
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