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Término griego (vocativo de Kyrios) que significa "Oh Señor" y que comienza las invocaciones de perdón de la tradicionalmente llamada misa tridentina. Su origen tal vez proceda del siglo II. En el IV lo aluden casi todos los Padres.
Se mantuvo en la liturgia romana la expresión griega, como signo de comunión con Oriente y como eco de las exclamaciones de piedad y de petición de perdón que, desde los primeros siglos, fueron el comienzo de las acciones eucarísticas.
Incluso se denominaron "Kiriales" a los libros que contenías los himnos o cánticos de las misas, precisamente por comenzar con esa invocación griega.
Con ese nombre (Kyrie eleison, Señor, te piedad) se han multiplicado las expresiones ascéticas de perdón, las artística de múltiples obras pictóricas y sobre todo las musicales de multitud de melodías gregorianas y modernas con las que ensalzó la Eucaristía.
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